(Registrado en la propiedad intelectual)
El tatuaje terapéutico es un concepto que despierta una gran curiosidad por el significado que conlleva.
¿Es posible que un tatuaje tenga la capacidad de curar? Y si es así… ¿Qué aplicaciones médicas puede tener?
Los datos más antiguos conocidos del uso del tatuaje como elemento curativo se remontan al 3300 a.C. Apodado cariñosamente como Ötzi por sus fans por haber sido encontrado en el Valle de Ötz, Austria, la Momia de Similaun, también conocida como el “Hombre de Hielo” poseía los tatuajes terapéuticos más antiguos que se conservan.
Estos tatuajes consistían en una serie de líneas paralelas situadas en zonas del cuerpo que según muestran las radiografías podían tener artrosis, luego posiblemente el hombre de Similaun se las hizo con la creencia de que el tatuaje tenía cualidades sanadoras o al menos que le ayudaría a controlar el dolor.
También los esquimales, los nuits y otras tribus del Ártico se tatúan las articulaciones mediante sus Kakileq* para evitar que entren por ellas los malos espíritus o salgan los buenos, lo que provoca que el individuo enferme y muera.
En realidad si el tatuaje tiene cualidades curativas físicas estas son bastante limitadas. Puede tener la función de protector solar, aunque la cantidad de pigmento necesaria no es tampoco saludable. En los tatuajes de cuerpo completo los yakuza* dejaban sin tatuar una franja ancha vertical a lo largo del centro del pecho y vientre debido a que según la medicina oriental si la piel no respira al menos por esa zona se pueden originar problemas hepáticos.
En la India el tatuaje de henna aplicado en lan palmas y las plantas de manos y pies tienen una función refrigerante.
Como efecto real de curación se dice que es beneficioso para las lesiones dérmicas generadas por la sífilis. Un defensor de esta teoría es el coleccionista de pieles Fukushi Masaichi.
Como parte de un tratamiento, en radioterapia se tatúan unos puntos en la zona donde hay que aplicar la radiación. Estos puntos tienen una función orientativa para evitar lo más posible que la zona sana absorba mucha radiación y esta se centre en los puntos cancerígenos.
Para los que se pregunten si el tatuaje puede utilizarse con fines terapéuticos de manera similar a la acupuntura, apuntar que el pigmento del tatuaje no traspasa la dermis, luego nunca entra en contacto con nervios, lo cual podría ser peligroso.
En partos y operaciones en los que se requiera anestesia epidural el encargado de aplicarla suele retraerse de realizar la punción si se encuentra un tatuaje, ya que si la aguja arrastra particulas de pigmento puede generar infecciones u otros problemas de distinta índole en la médula espinal.
Volviendo al tema de la acupuntura, la labor de curación la producen los pinchazos en puntos muy concretos con agujas muy finas. Es un ejercicio extremadamente delicado al que no le beneficia la aportación de pigmento, lo único que añadiría serían riesgos.
Tampoco los lunares son zonas que deban ser pinchadas salvo para biopsiarlas.
Los lunares rechazan la aceptación de la tinta debido a que son grandes concentraciones de melanina*, cuya saturación evita la pigmentación, y el pinchado puede estimular la aparición de melanomas.
Como vemos, físicamente el tatuaje tiene más características negativas que positivas para la salud aunque no corramos riesgos serios si acudimos a estudios profesionales. Entonces…
¿En qué consiste el tatuaje terapéutico?
Hemos dicho que el tatuaje no tiene apenas aplicaciones curativas dentro de la medicina como ciencia, pero la ciencia no es la única capaz de hacer sanar a las personas.
El ser humano tiene la capacidad de mejorar su estado clínico en función de su estado anímico.
De la misma forma que una persona hipocondríaca tiende a enfermar debido a su predisposición a ello, podemos también hablar de personas hipercondríacas, cuya actitud positiva le evita enfermar, y si enferman son capaces de seguir su vida normalmente ignorando su dolencia.
La psicosomática es un campo de la ciencia que apenas puede ser explorado empíricamente debido a que en su mayor parte la psicología es una rama apartada de la medicina por no obedecer las leyes físicas, o al menos aún no se han establecido unas reglas efectivas.
He tenido la suerte de hablar con personas que han salido de pronógsticos de esperanza de vida de meses y familiares y todos ellos han coincidido en que sobre un ochenta por ciento es fuerza de voluntad, ganas de vivir y demostrar al mundo que todo es posible si se pone el alma en ello. Autoconvencerse de que se es capaz de cumplir un objetivo es el primer paso y el más importante para conseguir alcanzarlo.
Ahí es donde entra en juego el tatuaje terapéutico, como objeto fetiche en el que el coleccionista deposita su creencia de que cierto tatuaje puede tener repercusiones positivas en su vida.
El hecho de que un tatuaje implique un cierto sacrificio debido a que el sujeto se presta voluntariamente a que se le cause dolor sin motivo aparente y el que ese dolor deje una huella permanente en su cuerpo hace que un tatuaje sea el objeto fetiche perfecto para que quien lo lleve le atribuya cualidades esotéricas como la suerte, la sanación, la protección contra el mal de ojo, etc. Puede también asociarse a la célebre frase de Nietzsche “Aquello que no nos mata nos hace más fuertes”.
La madurez se basa en la experiencia SUFRIDA, una vida fácil y cómoda no nos enseña nada. Sin embargo, una persona que ha pasado por momentos difíciles desarrolla una personalidad más firme y un carácter más resistente. Para esto sirve el dolor, para enseñarnos a vivir y a valorar lo poco que tengamos, para preparar nuestro espíritu frente a las adversidades que seguro aún están por llegar.
Las personas somos como una ecuación en la que cuando somos jóvenes nos mueven la ilusión, la credulidad y la fantasía. Según avanzamos en edad vamos tornando nuestros parámetros de condicionamiento de la conducta hacia la razón y la prudencia. Vamos sintiendo con menos intensidad según adquirimos experiencia. El inconveniente de esto es que la credulidad y la ingenuidad pueden tener poderosos efectos reales tanto positivos como negativos, y pueden hacer posible lo imposible.
Los enfermos mejoran cuando se les dan medicamentos que no sirven para nada debido al efecto placebo, así como los sanadores místicos también pueden hacer lo mismo mediante la sugestión.
La hipnosis fue utilizada como anestesia en intervenciones quirúrgicas por el Dr Étienne Eugène Azam (1822 –1899). El Dr Ambroise-Auguste Liébeault (1823-1904), de la escuela de Nancy, Francia, publicó una tesis en 1866 sobre la acción de lo moral sobre lo físico.
Por su parte, el Dr Jean-Martin Charcot (1825 –1893), fundador de la neurología moderna, de la también francesa escuela de La Salpêtière utilizaba la hipnosis como método de terapia para la histeria, consiguiendo notables mejorías en sus pacientes.
También puede conseguir no solo mejoras clínicas, físicas o mentales, sino también sobrepasar los límites físicos del cuerpo a niveles sobrehumanos.
Se puede hacer que una persona se quede rígida como una tabla y ponerla sobre el respaldo de dos sillas apoyada únicamente en los talones y la nuca, o convencer a un hombre de que es un famoso ciclista que está a punto de ganar el Tour de Francia y darle una bicicleta de niño con la que alcance velocidades impensables. Aún así hay que tener cuidado porque el cuerpo tiene unos límites. Un susto que por fortuna no acabó en tragedia en este último ejemplo fue el que llevó a mi abuelo (1) a tomar la decisión de dejar de hacer su espectáculo de hipnotismo en la Alameda Vieja de Jerez de la Frontera.
La sugestión es la motivación más poderosa para conseguir lo aparentemente imposible físicamente, entre otras cosas la sanación, a veces incluso cuando apenas hay esperanza. En el caso del tatuaje terapéutico la dermografía* tiene la función de ayudar al individuo a autosugestionarse para adoptar una actitud constructiva, positiva y efectiva a la hora de curarse o de evitar caer enfermo.
No hay zonas del cuerpo ni símbolos concretos que hagan que un tatuaje sea curativo, el efecto terapéutico se crea en nuestra mente, y solo se consigue si de verdad se cree en ello. Para ello debemos sacar de dentro al niño crédulo que aún llevamos dentro. Íntimamente somos capaces de creer en aquello que queramos sin necesidad de compartirlo con los demás, somos libres de pensamiento y la fantasía es una hermosa herramienta que no es tan difícil de activar.
Obviamente un tatuaje/fetiche/amuleto no va a conseguir que volemos ni que nos toque la lotería, pero sí que puede darnos las fuerzas necesarias para evitar o luchar contra una enfermedad física o psicológica, así como para reforzar nuestra fuerza de voluntad para realizar gestas de las que no nos veamos capaces como dejar de fumar, etc.
La función de grabar un símbolo en la piel activa una reacción en cadena que hace que cuando el individuo lo observe recuerde la motivación y el significado que en su día le dio, para darle fuerzas en los malos momentos. Esto puede motivar al coleccionista a reorientar su rumbo, reorganizar su vida y renovar su espíritu. Le puede infundir esa chispa que necesitamos para salir de un bache, cuando vemos la luz Platónica y sentimos esa euforia que nos inunda subiendo desde la zona de los riñones hacia arriba por la espalda crispándola como el lomo de un gato nervioso, inunda nuestros pulmones de una alegría que es más limpia que el propio oxígeno que entra con ella.
Es como si nuestro sistema nervioso se estuviera preparando para funcionar a pleno rendimiento, otros dirían que estamos cargando nuestro espíritu de energía positiva de manera explosiva, es la sensación de recuperar el apetito y las ganas de vivir cuando hemos estado enfermos y notamos que nos estamos recuperando. Es esa sensación de fuerza y decisión que se apodera de ti reafirmando tu voluntad que te lleva a decir cuando te sientes más hundido…
¡¡SÍ, YO PUEDO CONSEGUIRLO!!
Simplemente solo hay que creer.
(Desde aquí mando un saludo y deseo muchos ánimos y fuerza de voluntad a aquellos que viven en un hospital, ya sea por causa propia o familar.)
-Dedicado a la memoria de mi abuelo, Serafín Rabé Aramillo.(1)
CAPÍTULO RELACIONADO: EL SIGNIFICADO DEL TATUAJE
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Es necesario que las personas sepan la realidad descrita en este articulo. Mucha gente se aprovecha del desconocimiento para obtener beneficios a costa de la desesperación.