(Ver artículo desde el principio)
En la primera parte de este artículo vimos el porqué de que con el paso del tiempo los tatuajes comiencen a estropearse, vimos su comportamiento general y en zonas problemáticas del cuerpo, dimos los consejos clave para su conservación y mantenimiento y dejamos en el tintero el resto de variables que influyen en la mayor longevidad del tatuaje*.
Precisamente los parámetros que dejamos en el aire para su análisis son los relacionados con los aspectos técnicos del tatuaje, sobre los cuales desarrollamos un estudio a continuación.
LA LÍNEA.
La línea* es el mayor aliado con el que contamos para anclar nuestro tatuaje en el tiempo y el cuerpo.
Todos los los factores que vamos a estudiar a partir de ahora basan su durabilidad en un factor común; la saturación*. Es evidente que cuanto mayor cantidad de pigmento tenga la piel más tiempo tardará el cuerpo en procesarla como un elemento extraño y expulsarla del cuerpo.
Normalmente no vivimos el suficiente tiempo como para que el rechazo de la piel* hacia el pigmento sea absoluto si un tatuaje está realizado correctamente. Una vez fallecidos la piel, el pelo y las uñas siguen regenerándose un tiempo, pero la falta de oxigenación y de aportación de materia orgánica frenan el proceso de expulsión del pigmento antes de que actúe el fenómeno de putrefacción y descomposición al que inevitablemente estamos destinados si no nos incineran. En cien años todos calvos.
La única forma de que un tatuaje se mantenga realmente para siempre es mediante la taxidermia de la piel humana o la congelación, como es el caso de Ötzi, la Momia de Similaun (3300 a.C.), ambos con sendos problemas de conservación igualmente.
Volviendo al tema de la conservación de la línea en los tatuajes, el delineado de la dermografía* está tan expuesto a los agentes degenerativos de la epidermis como el resto de variables, con una serie de diferencias sustanciales.
Para empezar, al tener una menor superficie que el relleno la piel sangra menos durante la realización de las líneas, lo que evita en gran medida la expulsión de tinta por el sangrado durante la realización del tatuaje. Esta misma ventaja también resulta beneficiosa para la curación, ya que al haber menos cantidad de costra la piel vuelve a su estado óptimo antes. También el picor producido por la muda durante la curación es menor, por lo que la tentación de rascarlo es más leve. Ya sabemos que rascar el tatuaje durante la curación puede estropear el mejor tatuaje del mundo.
Hay muchas formas de hacer una línea en un tatuaje. Puede ser continua y gruesa, discontinua, de grosor variable y/o evolutivo, la línea de color, de sombras e incluso de sangre. La línea que menos va a inmutarse con el paso de los años es la propia del tatuaje tradicional, tanto japonés “Wabori”* como “Old School” americano.
La línea de estilo tradicional es gruesa, negra de un grosor continuo ya que preferentemente se realiza de un solo trazo y a la máxima profundidad que la piel permite sin que hayan migraciones de tinta subcutánea (cuando se traspasa la capa basal y queda la tinta como si se hubiera corrido en torno a una línea). Esta línea tiene una consistencia, una pureza y una intensidad formidables, posee una solidez inigualable en ningún otro estilo de tatuaje, ni siquiera el maorí que podría ocupar el segundo puesto de durabilidad puede medirse con la indelebilidad de la línea tradicional.
La gran ventaja de este estilo es que al ser una línea tan gruesa el detalle es mínimo, y aunque la línea distienda* con los años el conjunto no va a modificarse. La síntesis es el precio de la perennidad.
En cuanto a las líneas más efímeras evidentemente son las que están realizadas a menor profundidad o con el pigmento diluido, y tienen un grosor fino. Son líneas menos longevas y que por lo tanto requieren una mayor atención a su mantenimiento.
Las líneas débiles y/o poco saturadas pueden durar menos en la piel, pero tienen la ventaja de no expandirse tanto como las otras líneas, por lo que el detalle pequeño es más viable aunque sufrirá en menor tiempo el fenómeno de aclarado del tatuaje fruto del paulatino desechamiento de las partículas de pigmento de la tinta.
Una vez localizados los dos extremos huelga decir que la amplia gama de tipos de líneas según su saturación, presión y grosor que puede abarcarse en el intermedio de ambas obedece a una fórmula muy sencilla: “Cuanto más marcada esté más tiempo se va a quedar”.
EL RELLENO.
Aunque hay tatuajes que son solo de líneas lo normal es que vayan acompañadas de algún tipo de relleno, ya sea de sombras, a color o en tinta plana negra. En consecuencia del auge del estilo tribal urbano durante la década entre 1998-2008 (aunque podrían añadirse algún año más por ambas partes) que eran grandes superficies de negro cuando se habla de relleno se piensa en el RELLENO, en el negro más intenso y homogéneo que se pueda conseguir.
También el relleno puede ser de color o sombras, pero estos temas son tratados en los siguientes apartados. Aquí vamos a tratar la tinta plana negra.
En la actualidad se está desarrollando un tipo de tatuajes conocido como “Blackout”*. Este fenómeno consiste en rellenar grandes cantidades de piel todo de negro. A menudo se introducen algunos elementos geométricos* en negativo* en los bordes para establecer el límite del tatuaje.
Esta moda está teniendo mucho éxito en Londres, y nació y prosperó debido a ser la mejor forma de tapar un tatuaje viejo, todo negro no admite excusas, el coverup perfecto. El problema es cuando el tatuaje que hay debajo tiene relieve, que el cubrirlo de negro no va a quitar dicho relieve.
Aunque el negro sea el color más duradero en la piel no quiere decir que no pierda intensidad con los años. Mucha gente que recurre al tatuaje tribal urbano se ha llevado desilusiones con que el color negro no se queda como les gustaría.
El tatuaje recién hecho antes de la curación tiene una saturación* y un brillo que no va a mantener una vez cicatrizado, ya no solo por la tinta que se expulsa durante la cura, sino porque sobre el pigmento vuelve a crecer la piel creando una película que no es totalmente transparente. Hay personas que tienen un grosor y un índice de grasa en la piel mayor, por lo que el tatuaje les luce menos aún. También la sequedad en la piel mata mucho el brillo del tatuaje.
Queriendo conseguir un negro más intenso del que le es posible a su piel, muchos usuarios* se han hecho repasar el tatuaje tribal una y otra vez, adquieren la obsesión de que la tinta se ha puesto azul o verde y nunca se lo ven como les gustaría porque se lo imaginan negro limusina, y esto no es posible físicamente. De hecho, una vez que el relleno está uniforme y ha alcanzado su máxima saturación para ese tipo de piel todo lo que castiguemos el tatuaje con repasos solo va a servir para que adquiera un antiestético volumen, posible aparición de cicatrices y pérdida de nitidez en el contorno del diseño.
En trabajos de grandes rellenos de negro además hay que tener en cuenta que las articulaciones como el cuello, codo o la parte superior del hombro son zonas con un abundante sangrado, por lo que se expulsa más tinta y es más posible que el resultado difiera más del esperado que en zonas con una piel más tersa. Son zonas que atraen al público pero en las que si se hace un tatuaje a la ligera pueden venir arrepentimientos.
LAS SOMBRAS.
El tatuaje de sombras* es una forma de trabajar que admite distintas gamas de tonalidades. Se puede hacer un mismo diseño flash* con unas sombras más claras o más oscuras, y no por usar una u otra gama el tatuaje va a estar mejor o peor hecho.
Al igual que con la línea, cuanto más oscuras sean las sombras más duraderas serán en el tiempo. Aquí siempre se plantea el dilema al artista de aplicar una variedad de tonos más oscuros en beneficio de la longevidad del tatuaje y el número de líneas que considera necesarias para anclar el dibujo.
Este debate sobre la forma de abordar el tatuaje se extrapola si además estamos buscando un trabajo realista. Para que un tatuaje tenga realismo* el artista debe extremar la mesura en el uso de la línea, y necesitará una amplia gama de tonos de sombras y/o de grises (hablamos de realismo sin color) que evidentemente abarcan los tonos más claros, que son los más castigados por el tiempo.
También depende mucho del tipo de piel con la que se encuentre, las personas más morenas admiten menor contraste y necesitan más tinta para obtener un resultado similar.
Todos estos factores influyen en que el tatuaje realistas sean uno de los géneros menos persistentes en el tiempo. Es uno de los estilos de tatuaje más delicados y hermosos que existen, pero tienen este inconveniente del mayor deterioro de la imagen en menos años. De todas formas si es un buen tatuaje, aunque se note el paso de los años sigue siendo atractivo, ya he mostrado mi opinión sobre que tampoco la duración del tatuaje debe condicionar nuestra elección del diseño, debemos optar por el estilo que pensemos que más se adapte a nuestros gustos y necesidades.
EL COLOR.
El color es otro de los elementos que influyen en que un tatuaje mantenga su viveza con el paso de los años. Aparte de la tonalidad, en la duración del tatuaje en la piel influye la luminosidad y la saturación.
Como en las líneas y las sombras cuanto más claro menos dura, esta es una característica común a todas ellas, pero si entramos en temas cromáticos tenemos tres formas de aclarar el color en un tatuaje.
- DEGRADACIÓN TONAL. Es cuando hacemos un degradado desde un color hacia otro, por ejemplo desde un verde hasta un amarillo. Aunque ambos tuvieran la misma intensidad y saturación la mayor luminosidad del amarillo hace que sea más claro, por lo que será menos duradero en la piel y perderá antes su viveza.
- PORCENTAJE DE BLANCO. De la misma forma que se puede aclarar un color cambiándolo a un tono cromático más luminoso también se puede hacer añadiendo blanco al mismo tono, de esta forma un azul o un violeta pueden ser tan oscuros que se confundan con la línea negra, o bien ser muy sutiles y poco cubrientes, con los problemas de conservación que esto conlleva.
- DISOLUCIÓN DEL PIGMENTO. De la misma forma que para hacer un tatuaje de sombras, el pigmento más diluido o pinchado a menor profundidad durará menos en la piel, sumando a esto los problemas que ya pueda tener el color en cuestión por su claridad y luminosidad.
ARTÍCULO RELACIONADO:
TATUAJES EN COLOR. CURACIÓN Y CONSERVACIÓN
*(Palabras contenidas en el Glosario)