Hacer un diseño* en la piel requiere previamente situarlo en ella antes de hacerlo permanente. Para ello hay dos formas de hacerlo:
MEDIANTE TRANSFER.
La transferencia* es el método más habitual y seguro de pasar el dibujo a la piel. Consiste en calcar las líneas* sobre papel ya sea a mano o con termocopiadora el diseño de manera que se queda una capa grasa por el reverso del papel. Sobre la piel se aplica una solución jabonosa que contenga alcohol para que al pegar el papel la materia grasa se desprenda y el diseño quede transferido al cuerpo.
De esta forma si el dibujo para el tatuaje queda mal transferido o no termina de encajar puede borrarse y volverse a ubicar con facilidad.
El tatuaje mediante transferencia también cuenta con la ventaja de que el usuario puede ver el diseño flash* con mayor detalle en el papel antes de llevarlo a la piel.
EL TATUAJE A MANO ALZADA.
Otra forma de fijar el diseño en el cuerpo antes de tatuarlo es mediante la técnica del freehand* o mano alzada*, que consiste en dibujar directamente sobre la piel el diseño que se vaya a realizar.
Esta técnica tiene sus ventajas e inconvenientes. Por un lado el usuario* no puede ver el resultado final de una forma tan precisa como cuando lo ve en el papel, pero también se asegura de que su tatuaje va a ser totalmente único y exclusivo.
El freehand también permite adaptar mejor el diseño a la anatomía del coleccionista, de forma que el dibujo se pueda integrar con la forma de los músculos o de los huesos al dibujarse directamente sobre la piel.
La mano alzada es especialmente eficaz para hacer tapados de tatuajes, arreglos y ampliaciones. Al depender del tatuaje que se tiene debajo no siempre se puede sacar un calco que encaje a la perfección con el tatuaje ya existente, y a veces no es viable. En otras ocasiones también es posible que solo se quiera introducir algún efecto de sombras como humo o ladrillos para envolver un tatuaje que da la sensación de vacío o inacabado, o para unir varios tatuajes independientes. En este tipo de ocasiones se puede utilizar la técnica del freehand e incluso la mano alzada pura, es decir, tatuar directamente sobre la piel sin un dibujo previo. Este método es bastante arriesgado ya que la posición del coleccionista* durante el tatuaje difiere de la postura natural del cuerpo, y si el tatuador no está bien pendiente de ver cómo va quedando pueden haber sorpresas.
Para la mano alzada marcada previamente con bolígrafo o rotulador según la complejidad del diseño que se vaya a realizar se utilizan entre uno y tres colores.
Normalmente un diseño complejo se suele transferir por calcografía, pero la modalidad de freehand es una categoría de tatuajes que goza de mucho prestigio en el mundillo, y hay tatuadores especializados en ello que realizan todos sus trabajos mediante este sistema.
Personalmente yo solo utilizo la mano alzada cuando lo considero conveniente, como en tapados y arreglos, aunque valoro los trabajos de freehand.
Los colores* que se utilizan con esta técnica van siendo de más claros a más oscuros. En los diseños muy complicados o con mucho detalle en los que se utilizan tres colores para el diseño previo del tatuaje sobre la piel se comienza habitualmente por un color amarillo o naranja con el que se marcan los volúmenes y las direcciones.
Básicamente lo que se hace es un esquema muy simple de lo que va a ser el tatuaje. Se componen los elementos con figuras geométricas y se establecen jerarquías, utilizando también líneas para definir la dirección hacia la que va a fluir el tatuaje en armonía con la anatomía del coleccionista que lo vaya a llevar. Esto se aprecia especialmente en estilos de tatuaje como el japonés, el biomecánico o el maorí.
En la segunda pasada con la que se rotula la piel en un trabajo a mano alzada antes de tatuar ya se van definiendo un poco más los elementos que se van a representar en el tatuaje. Esta segunda ronda se aplica con rotulador de color rojo o naranja si antes se usó amarillo. Si el diseño no va a ser muy enrevesado con esta esquematización de los elementos ya sería suficiente para trabajar con las agujas si el tatuador tiene buena capacidad de improvisación y goza de la confianza del coleccionista.
En la última capa de la rotulación de la piel el aplicador de la técnica introduce los detalles más pequeños que estime necesario para ver claro lo que tiene que hacer. Habitualmente no se mete hasta el último detalle en el dibujo en la piel ya que al ser menos indeleble el bolígrafo o rotulador (aunque sean específicos para piel) que la transferencia este tipo de detalles seguramente se borren de la piel al ir limpiando antes de que sean pasados a tinta, por lo que sería una pérdida de tiempo entretenerse en meterlos.
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*(Palabras contenidas en el Glosario)
Son unas covers excelentes, no se nota absolutamente nada el tatuaje previo