“La línea* recta es la distancia más corta entre dos puntos, pero es la más difícil de trazar. De hecho una persona no puede trazar una línea recta sin ningún tipo de ayuda.
Si imaginamos que nuestra situación actual es un punto en un plano y nuestro objetivo o situación ideal es otro la línea recta entre ambos sería el camino recto, el más rápido y seguro, pero siempre hay obstáculos y limitaciones en la vida, y no siempre podemos o queremos seguir el camino recto, no nos encontramos con fuerzas o dudamos de si el objetivo es el correcto.
Los amigos pueden sujetar una regla para que tú traces la línea, pero a veces te tuerces hacia el otro lado o te falla el apoyo y la línea sale disparada en otra dirección. Además, al requerir ayuda externa estás siendo un lastre para tus allegados. También es posible que quien te sujeta la regla no sea realmente tu amigo y tenga intención de moverla despacio o bruscamente en el momento adecuado para llevar tu dirección en su beneficio.
La forma más segura de conseguir un objetivo es siendo autosuficiente, centrándote en tu objetivo y planteándolo más bien como una pared de roca a escalar con un garfio. Cuando lanzamos el garfio estamos marcando el objetivo a alcanzar, y cuando con nuestro esfuerzo tensamos la cuerda para subir esta sola se convierte en una línea recta perfecta, por ley natural.
Lo que mantiene la cuerda tensa y recta es tu fuerza de voluntad y tu perseverancia, en el ascenso puedes encontrar a otros escaladores con objetivos comunes o paralelos, unos te apoyarán y os ayudaréis mutuamente, otros cargarán contigo o tú de ellos… Otros sin embargo competirán contigo, algunos de forma poco deportiva e incluso hostil.
Te desprenderán piedras o te cortarán la cuerda, de ti depende seguir trepando sin cuerda o sangrando o es el momento de replantearte el objetivo. El objetivo es cumplir un objetivo, si se es demasiado ambicioso será más costoso por mucha ayuda que se tenga, si el objetivo es inalcanzable es un objetivo inadecuado.
La fuerza de voluntad es una herramienta fundamental para alcanzar objetivos, pero hay que saber hacia dónde dirigirla, la fuerza mal enfocada suele causar más daños que beneficios.
La vida se debe tanto a las cosas que aceptas como a las que renuncias, hay que saber cuáles están a tu alcance y cuáles escapan a tu poder, influencia o entendimiento.
A estas fuerzas debes dejarlas estar, pues no sacarás de ellas provecho alguno por mucho esfuerzo que inviertas en ello. Lo único que puedes hacer ante estas fuerzas es tratar de comprenderlas y aceptarlas.
El verdadero dilema es saber a qué fuerzas debemos enfrentarnos, cuáles debemos desviar o esquivar, por cuáles debemos dejarnos influenciar o llevar por su caudal y de cuáles debemos imbuírnos.
Como norma, ninguna ley del ser humano es inmutable y ninguna ley de la naturaleza es influenciable por la ceguera humana.
Tu mayor libertad son las cosas que no tienes, hasta la más útil de las ayudas es al final una carga.
Eso no quiere decir que debamos ser antisociales, simplemente hay que saber diferenciar las cosas que son solo asunto nuestro, las que son para compartir con el mundo o solo para unos pocos.
Los asuntos en los que solo interactuamos con nosotros mismos los conocemos como nuestro mundo interior, y es de ahí de donde nacen las decisiones correctas, cuando buscamos nuestro camino recto (Unalome*) hacia un fin dentro de nuestro ser, evitando influencias, restricciones, complejos o prejuicios para decidir cuál es la respuesta más correcta, la realidad que escogemos para intentar hacer nuestra realidad en el mundo ‘real’, que es la suma de todas las realidades.
En el ámbito del tatuaje tenemos la maravillosa opción de exteriorizar parte o el conjunto de nuestro mundo interior, en función de lo intimista o excéntricos que seamos. Esto nos sitúa en posición de definir nuestra personalidad por medio de nuestros tatuajes, la posibilidad de expresar nuestras ideas en la piel, nuestros sentimientos en el cuerpo y la forma de hacerlo pueden ser un libro abierto de datos acerca de nuestra forma de ser, mostrar cualidades ocultas o ser simplemente un expositor hueco de cosas sin significado.
Solo de nosotros depende lo que digan nuestros tatuajes y solo de nosotros hablarán, por eso solo debe ser decisión nuestra lo que grabamos en nuestra piel.“
Serafín Rabé.
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*(Palabras contenidas en el GLOSARIO)