Ya comentamos con anterioridad que en esta sección iban a tener mucha cabida el tema de los arreglos de tatuajes y el tapado* de los mismos, ya que son casos muy particulares y por ello tienen una historia más insólita o son más interesantes al espectador.
El caso de los arreglos de tatuajes antiguos es un tema escabroso para los tatuadores, más incluso que los Cover-up.
El motivo de que en muchos estudios se nieguen a arreglar tatuajes puede ser diverso.
Uno de los motivos puede ser que, al igual que a nosotros no nos gusta que nadie tatúe encima de un trabajo nuestro, también mostramos respeto hacia el trabajo de nuestros compañeros, especialmente si es un buen trabajo.
Este comportamiento lo comprobaréis mucho más pronunciado si no se trata de un tatuaje mal realizado sino inacabado. Cuando un cliente solicita que se le termine una pieza* sin acabar con calidad siempre existe el recelo de no saber las circunstancias por las que no termina el trabajo el tatuador que lo comenzó.
También existe quien directamente sabe que un tatuaje arreglado no queda tan bien como realizado desde cero en piel virgen, y prefieren que el nivel de trabajos que sale de su estudio no baje por la limitación que supone hacer arreglos de tatuadores no profesionales.
Cuando es obvio que un tatuaje no ha sido realizado por un profesional es evidente que la persona descontenta que lo lleve necesita urgentemente a un buen tatuador si quiere que su tatuaje mejore sin necesidad de hacer un tapado que tendría que ser más grande.
Este es el caso de esta chica, que trajo una enredadera con una línea poco firme y unas flores informes esperando poder volver a ponerse una falda sin que su tatuaje atraiga extrañas miradas.
El excesivo grosor de la enredadera fue el mayor problema a solventar, ya que no podíamos hacerla más fina. Tuvimos que mantenerlo y darle un sabor muy barroco, haciendo a las hojas un acabado similar a las hojas de acanto, pero sin añadir hojas nuevas, ya que el tatuaje estaba de por sí cargado.
Sí que le añadimos una salida hacia el pie únicamente.
Este tatuaje necesitó una nueva línea* muy sólida que dominara a la anterior y redibujara correctamente la dirección de estas y el trazado de elementos como la mariposa y las flores. El resto del trabajo es bastante parecido al de un tapado, jugar con el color y las sombras para enmascarar defectos anteriores o problemas surgidos del redibujado.
Trataremos más a fondo las estrategias para mejorar un tatuaje próximamente en el artículo “El arreglo del tatuaje”. Por ahora nos despedimos hasta la próxima publicación, muchas gracias por su atención y hasta pronto.
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