Bienvenidos al sexto recopilatorio de los mejores tatuajes realizados en 2013 en Roots Tattoo Granada.
Esta semana tenemos algunos trabajos que ya han aparecido en alguna publicación, como este precioso gato tatuado con flores y motivos de sombras, con un pequeño detalle de color, unos preciosos ojos azules.
Este tatuaje que cubre todo el exterior de la pantorrilla y parte del empeine de una mujer ya fue publicado en el capítulo “TATUAJES EN COLOR. CURACIÓN Y CONSERVACIÓN”
Este fragmento de cover up* en el brazo de un hombre era de una dificultad muy elevada. Si os fijáis en el tatuaje previo, a la izquierda de la imagen, entenderéis por qué. También la zona tatuada era conflictiva, ya que la cara interior suele tener una mala curación debido a que la articulación propicia la aparición de costras. Afortunadamente este amigo mío tiene buena genética para la cicatrización y un compromiso serio con los cuidados postatuaje, fundamentales para que el resulado sea satisfactorio.
Para conseguir que el tapado del tatuaje* fuera efectivo hubo que darle una gran saturación al color. Aún así, es inevitable que alguna línea se adivine aún del tatuaje antiguo, a no ser que se quiera tatuar todo de negro.
Los tatuajes son notas índice de nuestra vida. Somos más propensos subsconcientemente a hacernos un tatuaje en momentos de cambio en nuestra vida, especialmente como motivación para superar malas etapas.
La necesidad de cambio y de renovación en nuestra vida se manifiesta también en nuestra apariencia estética, y hacerlo permanente es una forma de recordarnos esta experiencia y tenerla en cuenta de cara a modificar nuestro comportamiento futuro para no cometer los mismos errores.
Yo mismo soy tatuador autodidacta, y casi todo lo que he aprendido ha sido sobre el terreno de juego, tatuándome a mí mismo en las zonas donde podía, como piernas y vientre. Como cabe imaginar los primeros tatuajes no son nunca los mejores, y menos si no tienes quién te guíe y tampoco existía internet o no estaba aún globalizada. Además, tatuarse a sí mismo tiene ciertos inconvenientes que supongo imaginaréis.
El caso es que en los cerca de veinte años que llevo tatuando y tatuándome nunca me he tapado ni repasado ninguno.
El paso de los años no se aprecia solo en nuestra cara y nuestras arrugas, también está presente en nuestra personalidad, y los tatuajes son un reflejo de la identidad y personalidad propias del coleccionista.
Considero que es muy poético que los tatuajes envejezcan con uno. Al igual que no puedo cambiar mi pasado, no quiero tampoco alterar la imagen que en aquellos momentos marcaron mi piel resumiendo los acontecimientos importantes de mi vida. El pasado es inamovible y es por ello que el recuerdo es lo único que nos influye.
El arrepentimiento solo tiene la única función que la búsqueda del perdón, pero el perdón es un concepto social. El perdonarse a uno mismo es mucho más complejo.
Dicho de otra forma, nuestros semejantes omiten nuestros errores del pasado mediante el perdón y nosotros evitamos los errores del futuro mediante el recuerdo, la experiencia y el propósito de enmienda, lo cual requiere un sacrificio y un esfuerzo de voluntad.
Todo esto lo refleja un tatuaje. El dolor y el recuerdo, el pasado real y el futuro ideal, la paz con uno mismo y con los demás.
Por este motivo (no había forma de expresarlo más brevemente) es por lo que no altero mis tatuajes antiguos, pero entiendo que los que tengáis pocos tatuajes y no estéis a gusto con ellos os los queráis cubrir o arreglar. De hecho os animo, no todo el mundo tiene que pensar como yo, la parrafada de antes es mi realidad, cada uno construye la suya.
Al mismo tiempo que los tatuajes viejos, el que un tapado de tatuaje deje insinuar un poco lo que hay debajo en ocasiones en que es inevitable le da cierto toque poético.
Es como que se ha tapado por estética, pero un tatuaje puede servir para contar más de una historia, no siempre buena. El nuevo tatuaje lleva intrínseco el significado del final de una época de nuestra vida, pero esa etapa está registrada en el pasado, al cual solo tenemos acceso a cambiarlo mediante el olvido, luego al tapar un tatuaje lo que realmente estamos haciendo es tratar de olvidar un recuerdo.
La expresión de la mirada de esta cara del estilo cómic que tanto me caracteriza me inspiran una tristeza muy sincera.
En esta obra tenemos un bonito juego de efecto negativo*.
La piel sin tatuar dibuja unas hojas de marihuana sobre unos cogollos con unos colores muy intensos.
Es un tatuaje muy vistoso y llamativo.
Los tatuajes relacionados con la música son muy frecuentes. En esta ocasión lo lleva un músico profesional especializado en la percusión.
Al estar situado en la parte posterior del gemelo las congas y la caja flamenca tienen una composición de pirámide invertida para que el mayor volumen y el centro de atención estuvieran en el punto de mayor volumen del músculo, y la clave de sol y el pentagrama le aportan la verticalidad que necesita la pierna.
Las notas musicales le quitan estaticidad al conjunto, haciéndolo más dinámico.
Y con esto me despido por esta semana de vosotros. Pronto volveremos con la segunda parte del artículo “CÓMO CONTROLAR EL DOLOR EN UN TATUAJE”. Hasta entonces.
*Palabras contenidas en el Glosario.