Los animales siempre han sido un símbolo muy llevado a la piel de los coleccionistas de tatuajes. Tanto los celtas como los mayas, los japoneses o los occidentales hemos tenido siempre costumbre de tatuar animales en nuestro cuerpo.
Ya sean caricaturas, sagrados, lineales, realistas o a color, los animales transmiten su simbolismo con una gran pureza, ya que los atributos de cada criatura son muy característicos de su especie. Así, si se quiere expresar majestuosidad podemos tatuarnos un tigre, un elefante o una ballena para la inteligencia, un ave para la libertad o una hormiga para la austeridad.
Los motivos para realizarse un tatuaje de animales pueden ser por una mascota concreta, de forma general o animales de fantasía. En muchas culturas animales concretos tienen valores y atributos muy específico en mayor o menor medida. En la nuestra, por ejemplo tienen cualidades de peligro y advertencia los animales venenosos, de fuerza los grandes mamíferos, de mal agüero los carroñeros y de felicidad las aves y los peces.